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viernes, 24 de febrero de 2017










Entrega de los Kits Escolares.
los primeros días de Febrero estuvimos entregando los Kits Escolares a la población infantil de Getsemaní, después de haber realizada la cabalgata de caballitos de palo. también entregamos colchonetas a la primera infancia y maletines a algunos niños y niñas. asimismo dimos seis premios con kits y maletines, en este sentido le entregamos kits a toda la población de Getsemaní entre ninños, niñas, adolescentes y jóvenes, estuvimos casa por casa, puerta a puerta, donde hubiera un infante, un joven y adolescente.


Sobre Cabildos de Negros en Getsemaní
por Martín Morillo Triviño

Escribir sobre este tema, podría ser descabellado sí afirmamos lo siguiente: en Getsemaní sí hubo cabildos de negros. Esta afirmación estaría en contra de investigadores y sus estudios al respecto. No obstante se ubicaría en una línea de sentido consecuente con estudios e investigadores, que han demostrado la existencia de estos en la ciudad de Cartagena de Indias. Estas manifestaciones culturales tenían presencia en ciertas festividades religiosas y cívico-populares de la ciudad, especialmente en la fiesta de la Candelaria. Estas últimas se unían a los carnavales, los cuales se realizaban previo a la cuaresma y coincidían con los Carnavales de Venecia. Los carnavales en la Heroica se llevaron a cabo hasta los años treinta del siglo pasado, un periódico de la época reseña en sus páginas, la manera cómo la ciudadanía participa en los jolgorios, refiriéndose con especial énfasis a los carnavales de la calle Medía Luna.

En muchos de los textos sobre Cartagena y su historia, hemos encontrado un sin número de referencias que aluden a la intensa actividad y participación de la comunidad getsemanicense en las celebraciones festivas de toda índole. Por ello creemos, más no afirmamos, que en Getsemaní sí hubo cabildos de negros. Estaremos lejos de hacer de este texto, uno lleno de referencias y citas académicas, pero nos referiremos de manera indirecta, no específica como lo hemos hecho con anterioridad. Asimismo daremos relevancia a la memoria colectiva e individual de algunas voces anónimas.

En la inmediatez del pasado, hablando con algunas voces, encontramos desfiles, como el carro charro, que en años anteriores promovió Guillermina Meza. Los últimos años la Junta de Acción Comunal ha venido rescatándolo y los once en la mañana temprano un carro es acompañado por una banda de músicos y recorren las calles del barrio. De igual forma otras voces recuerdan este mismo evento apoyado por Julio Gaviria, quien tenía una mesa de ruleta en el parque Centenario, para los tiempos de fiesta (once de noviembre). Asimismo se acuerdan de Santiago López un vecino de la calle de la Sierpe, quien tenía un periódico llamado el Mitin, el señor López también era el encargado de solicitar la prorroga al municipio. Las fiestas novembrinas se extendían unos días más en el candelario festivo de la ciudad.

Durante muchos años hemos visto y disfrutado del espíritu festivo de Getsemaní. Son muchos los que recuerdan con alegría los fandangos en la plaza del Pozo y Trinidad. En especial hay quienes hablan con satisfacción de Joaquín Gaviria, sus fandangos y sancochos en la plaza del Pozo. Si nos desplazamos en el pasado a principios del XX, encontramos en sus tres primeras décadas el carnaval como expresión festiva. Al respecto, no sólo en Cartagena hubo carnavales en esos tiempos, también en Getsemaní los había. Entonces si en Cartagena muchos estudios nos dicen de la existencia de los cabildos y su puesta en escena durante el tiempo de carnaval y las fiestas de la virgen de las Calendas. Qué pasó con esta expresión festiva religiosa en Cartagena y Getsemaní.

Los cabildos de negros se definen como manifestaciones netamente africanas, se dice que tienen su origen en Sevilla (España). Llegan a América durante la colonización a través de la esclavización de los diferentes pueblos africanos. Los cabildos son manifestaciones, que tienen los componentes mágico-religiosos y festivos, en el marco de una memoria africana resignificadas en estas tierras. En ellos se congregaban a un número de esclavizados, autorizados por los esclavistas, alrededor de unas prácticas ceremoniales propias de ellos. En dichos rituales encontraban regocijo, diversión, camarería y solidaridad entre ellos. Los cabildos siempre tuvieron un orden cerrado en el número de sus miembros, con el tiempo se convertirían en los desfiles de jolgorio festivo.

Retomando nuestro sentido retrospectivo, y tratando de entender lo sucedido en el tiempo con los cabildos en Getsemaní y Cartagena. Continuaremos señalando las referencias que tenemos, las cuales, nos permitirían, mediante un análisis de contenido, plantear la existencia de cabildos en Getsemaní. Lógicamente matizaremos con cuidando ciertos detalles históricos y culturales.

Por allá, en el año 1875 visita a la ciudad de Cartagena un viajero del interior, iba camino a Europa y descansaba en su cuarto de hotel una tarde. Dice que dormía cuando una algarabía lo despertó y hizo levantar de la cama, fue hasta la venta y sus ojos se encontraron con un desfile en la calle. Cuenta que inmediatamente salió del hotel y averiguó por lo qué pasaba, la respuesta que le dio un transeúnte fue: se trataba del fandango de Chambacú. Era un desfile de comparsas, músicos, disfraces y banderes. Acompañado por mujeres, hombres y jóvenes. Lo único que le faltó a este testigo, fue decirnos: los días y la época de su visita, si eran tiempos de fiestas o carnavales. Lo relevante de esta crónica es la mención de Chambacú, el cual era un sector de Getsemaní. También resaltamos la mención del sector del Pozo, donde según el viajero, le había dicho su informante estaba lo más granado de Cartagena, pero ese año no saldría, debido a que era el sector de los conservadores y para ese tiempo estaban en el poder los liberales.

Unos años atrás, antes de esta visita. El concejo municipal resuelve y establece la fecha del 11 de noviembre, como la fecha de celebración conmemoración de la Independencia. Después de haberse celebrado este acontecimiento en diferentes épocas. Esto se resuelve para el año 1848. Desde este año comienzan a celebrar las fiestas novembrinas.

Desde el siglo XVIII, se registra en los Cuadernos de la Habana, para el 1780 la activa participación de la comunidad de Jimaní en las diferentes festividades de la ciudad. Definitivamente son muchos los relatos que hablan del espíritu festivo de este sector de la ciudad desde su urbanización y poblamiento en el XVI.

Cuando corrían los ochentas un grupo de vecinos de Jimaní se dieron a la tarea de recuperar la memoria histórica y cultural del barrio.   

viernes, 17 de febrero de 2017

En la plaza del pozo o plaza de la Democracia, punto de encuentro e inicio de la Cabalgata Caballitos de Palo en Getsemaní el día 29 de enero. En la Plaza del Pozo fue el lugar donde la comunidad se abastecía de agua. Cuando Pedro Heredia toma la decisión de fundar la ciudad en 1533 lo hace a riesgo de no contar con el vital líquido cerca, no había una fuente de agua dulce, donde poder surtirse del preciado líquido. entonces se inventaron los aljibes, jagueyes. También se dieron cuenta de los sitios donde lloraba agua no potable e hicieron los pozos, allí se abasteció por mucho tiempo la gente de agua para las necesidades básicas, por otro lado podemos mencionas las casimbas de los aborígenes.

En el recorrido por las calles del barrio, nuestro paso por la calle de las Chancletas. Cuentan las buenas lenguas, que dicha calle recibe este nombre porque quienes iban al pozo por agua siempre traían las chanclas enlodadas, ya que en el sector las calles eran lodo y tierra, y entonces dejaban las chancletas en la puerta de las casas.

Volvemos a la plaza del Pozo, estuvimos en todo el frente al pasaje, que era. lo que fuera, la Gobernación. Aquí vieron grandes personajes de nuestro barrio, así que esto es un pequeño tributo a su nombre, me refiero a Joaquín y Encarnación Gaviria, ellos vivieron en la Gobernación y tuvieron una tienda, que tenía por nombre "Con el Tiempo" el viejo Joaco, como lo recuerda Ignacio su nieto y su hijo Jorge Gaviria, era el encargado del fandango y los sancochos del 11 de noviembre en la placita del pozo, fue famoso con sus fandangos y sancochos como dice la canción.  

El ingenio de los niños, su creatividad e imaginación, galoparon entre nosotros el día 29 de enero de este año.

Perdido entre tanta felicidad, qué viva el amor por el otro...entre todos somos el Patrimonio Vivo de Getsemaní.

martes, 7 de febrero de 2017

Pasaje Franco
Por Martín Morillo Triviño.

La Ciudad Perdida, así era que llamábamos al pasaje Franco en la calle de la Sierpe, allí vivían muchas familias, ellas habitan hoy día los recuerdos. Sin embargo aún podemos encontrarnos algunos miembros de esas familias en las calles del barrio. Incluso todavía algunos residen en el sector, y han podido decir y contar sus recuerdos...( en la imagen aparece la antropóloga Africana-Alemana Salma Clausnitzzer, y la Docente, gestora cultural Merly Beltrán Vargas, Directora del documental Ciudad Perdida, la realización de esta pieza documental fue compartida con la documentalista Ángela Ramírez )
... El pasaje Franco era una comunidad entre la comunidad, por ello una ciudad perdida. Estaba conformado por pequeñas habitaciones, y accesorias de uno y dos pisos. También contaba con zonas comunes, como los baños, lavaderos y espacios de recreación. Lo más particular, y eso era genial, en su interior tenía pequeñas calles, que se encontraban unas con otras en diferentes cruces. Esto lo hacía un lugar mágico, un otro mundo, que cuando niño pude disfrutar. En el pasaje Franco vivieron muchos niños contemporáneos conmigo, recuerdo a Henry, Renso, Alvarito y Albertico. Miro estos nombres con la nostalgia, que puede embargar a cualquier ser humano, Renso cayó, como dice Rubén Blades en una de sus canciones, quien a hierro mata a hierro muere, Henry no pudo escapar a la lucidez de la locura, no sé si alguna dosis lo dejó en un interminable viaje. Pero cuando regresé del interior lo ví varias veces, en el banco del Estado, ahí sentado en su soledad. Algunas veces lo observé ayudando con el mercado a una que otra vecina del barrio. Hace rato no lo veo, no sé qué pasó con su silenciosa vida. Albertico y Alvarito los perdí en pleno paso de la adolescencia, salieron del barrio, se mudaron, y ya lo decía, habitan mis recuerdos, tengo imágenes de ellos junto al Samir, todos niños aún, en pleno candor, caminando las barandas del parque Centenario sobre sus manos y brazos, guardando el equilibrio. Asimismo recuerdo las picardías al untarlo a uno de las vellosidades de las hojas del tallo, de esa especie de bambú que predominaba en el parque.
Nosotros los getsemanicenses hemos sufrido la Gentrificación y sus mil maneras, que no son otra cosa, y una forma de violencia. Nuestro Estado y nuestros gobernantes han sido deficientes, la Clase política aún más. Nunca ha existido unas políticas públicas para tanto despropósito. Hay unos enormes vacíos que siguen creando desigualdad. Esperamos poder comprender tal despropósito y poder construir la Colombía humana que tanto necesitamos.

viernes, 3 de febrero de 2017


La Corporación Centro de Memoria Getsemaní, con las madres acompañadas de sus hijos, realizando la inscripción de los niños y niñas, para participar en la Cabalgata de Caballitos de Palo en el Barrio. Iniciativa de nuestro amigo y vecino Ernesto Muñoz Ramírez. Esta actividad estimula el ingreso a clases, por ello se gestionó por parte del Centro de Memoria y la Acción Comunal Getsemaní unos Kits Escolares. Esto tiene su espacio en el marco de las fiestas de la Candelaria. El mismo escenario de Cabildos y Carnavales, que queremos ayudar en su recuperación. Agradecimientos a el Hotel Casa Sta Ana, Sociedad de Mejoras Públicas, Super Giros de Ganaya, Cartagena Conection, Cocoa Restaurante-Bar y Gimaní Cultural. Todos ellos aportaron sus esfuerzos y contribuyeron para la entrega de los Kits a todos los niños y niñas del barrio.