Entrega de los Kits Escolares.
los primeros días de Febrero estuvimos entregando los Kits Escolares a la población infantil de Getsemaní, después de haber realizada la cabalgata de caballitos de palo. también entregamos colchonetas a la primera infancia y maletines a algunos niños y niñas. asimismo dimos seis premios con kits y maletines, en este sentido le entregamos kits a toda la población de Getsemaní entre ninños, niñas, adolescentes y jóvenes, estuvimos casa por casa, puerta a puerta, donde hubiera un infante, un joven y adolescente.
Sobre
Cabildos de Negros en Getsemaní
por Martín Morillo Triviño
Escribir sobre este tema, podría ser descabellado sí
afirmamos lo siguiente: en Getsemaní sí hubo cabildos de negros. Esta
afirmación estaría en contra de investigadores y sus estudios al respecto. No
obstante se ubicaría en una línea de sentido consecuente con estudios e
investigadores, que han demostrado la existencia de estos en la ciudad de
Cartagena de Indias. Estas manifestaciones culturales tenían presencia en
ciertas festividades religiosas y cívico-populares de la ciudad, especialmente
en la fiesta de la Candelaria. Estas últimas se unían a los carnavales, los
cuales se realizaban previo a la cuaresma y coincidían con los Carnavales de
Venecia. Los carnavales en la Heroica se llevaron a cabo hasta los años treinta
del siglo pasado, un periódico de la época reseña en sus páginas, la manera
cómo la ciudadanía participa en los jolgorios, refiriéndose con especial énfasis
a los carnavales de la calle Medía Luna.
En muchos de los textos sobre Cartagena y su historia,
hemos encontrado un sin número de referencias que aluden a la intensa actividad
y participación de la comunidad getsemanicense en las celebraciones festivas de
toda índole. Por ello creemos, más no afirmamos, que en Getsemaní sí hubo
cabildos de negros. Estaremos lejos de hacer de este texto, uno lleno de
referencias y citas académicas, pero nos referiremos de manera indirecta, no
específica como lo hemos hecho con anterioridad. Asimismo daremos relevancia a
la memoria colectiva e individual de algunas voces anónimas.
En la inmediatez del pasado, hablando con algunas
voces, encontramos desfiles, como el carro charro, que en años anteriores
promovió Guillermina Meza. Los últimos años la Junta de Acción Comunal ha
venido rescatándolo y los once en la mañana temprano un carro es acompañado por
una banda de músicos y recorren las calles del barrio. De igual forma otras
voces recuerdan este mismo evento apoyado por Julio Gaviria, quien tenía una
mesa de ruleta en el parque Centenario, para los tiempos de fiesta (once de
noviembre). Asimismo se acuerdan de Santiago López un vecino de la calle de la
Sierpe, quien tenía un periódico llamado el Mitin, el señor López también era
el encargado de solicitar la prorroga al municipio. Las fiestas novembrinas se
extendían unos días más en el candelario festivo de la ciudad.
Durante muchos años hemos visto y disfrutado del
espíritu festivo de Getsemaní. Son muchos los que recuerdan con alegría los
fandangos en la plaza del Pozo y Trinidad. En especial hay quienes hablan con
satisfacción de Joaquín Gaviria, sus fandangos y sancochos en la plaza del Pozo.
Si nos desplazamos en el pasado a principios del XX, encontramos en sus tres
primeras décadas el carnaval como expresión festiva. Al respecto, no sólo en
Cartagena hubo carnavales en esos tiempos, también en Getsemaní los había.
Entonces si en Cartagena muchos estudios nos dicen de la existencia de los cabildos
y su puesta en escena durante el tiempo de carnaval y las fiestas de la virgen
de las Calendas. Qué pasó con esta expresión festiva religiosa en Cartagena y
Getsemaní.
Los cabildos de negros se definen como manifestaciones
netamente africanas, se dice que tienen su origen en Sevilla (España). Llegan a
América durante la colonización a través de la esclavización de los diferentes
pueblos africanos. Los cabildos son manifestaciones, que tienen los componentes
mágico-religiosos y festivos, en el marco de una memoria africana
resignificadas en estas tierras. En ellos se congregaban a un número de
esclavizados, autorizados por los esclavistas, alrededor de unas prácticas
ceremoniales propias de ellos. En dichos rituales encontraban regocijo,
diversión, camarería y solidaridad entre ellos. Los cabildos siempre tuvieron
un orden cerrado en el número de sus miembros, con el tiempo se convertirían en
los desfiles de jolgorio festivo.
Retomando nuestro sentido retrospectivo, y tratando de
entender lo sucedido en el tiempo con los cabildos en Getsemaní y Cartagena. Continuaremos
señalando las referencias que tenemos, las cuales, nos permitirían, mediante un
análisis de contenido, plantear la existencia de cabildos en Getsemaní.
Lógicamente matizaremos con cuidando ciertos detalles históricos y culturales.
Por allá, en el año 1875 visita a la ciudad de
Cartagena un viajero del interior, iba camino a Europa y descansaba en su
cuarto de hotel una tarde. Dice que dormía cuando una algarabía lo despertó y
hizo levantar de la cama, fue hasta la venta y sus ojos se encontraron con un
desfile en la calle. Cuenta que inmediatamente salió del hotel y averiguó por
lo qué pasaba, la respuesta que le dio un transeúnte fue: se trataba del
fandango de Chambacú. Era un desfile de comparsas, músicos, disfraces y
banderes. Acompañado por mujeres, hombres y jóvenes. Lo único que le faltó a
este testigo, fue decirnos: los días y la época de su visita, si eran tiempos
de fiestas o carnavales. Lo relevante de esta crónica es la mención de
Chambacú, el cual era un sector de Getsemaní. También resaltamos la mención del
sector del Pozo, donde según el viajero, le había dicho su informante estaba lo
más granado de Cartagena, pero ese año no saldría, debido a que era el sector
de los conservadores y para ese tiempo estaban en el poder los liberales.
Unos años atrás, antes de esta visita. El concejo
municipal resuelve y establece la fecha del 11 de noviembre, como la fecha de
celebración conmemoración de la Independencia. Después de haberse celebrado
este acontecimiento en diferentes épocas. Esto se resuelve para el año 1848.
Desde este año comienzan a celebrar las fiestas novembrinas.
Desde el siglo XVIII, se registra en los Cuadernos de
la Habana, para el 1780 la activa participación de la comunidad de Jimaní en
las diferentes festividades de la ciudad. Definitivamente son muchos los
relatos que hablan del espíritu festivo de este sector de la ciudad desde su
urbanización y poblamiento en el XVI.
Cuando corrían los ochentas un grupo de vecinos de
Jimaní se dieron a la tarea de recuperar la memoria histórica y cultural del
barrio.